Comentario sobre “El origen
y evolución del español” de Sergio
Zamora
Varias cosas llamaron
mi atención en el texto de Sergio Zamora “La historia del español. La evolución
de los últimos cinco siglos”; la primera de ellas es que hace una brevísima
introducción para luego enumerar algunos cambios significativos de ciertos
fonemas. Si bien la descripción que hace de estos cambios es detallada, no hay
un punto de referencia al cual se dirija el lector. Es decir, faltan ejemplos
que ilustren a qué se refieren esos cambios, dejando a la deriva información
que bien podría ser útil para entender ciertas características del español
contemporáneo.
Otro punto que me
cautivó es que en algún momento de la historia el español se consideró la
lengua dominante de la península Ibérica, aún siendo ésta el resultado del
aporte de varias culturas tan diferentes como la romana, goda, hebrea y árabe,
además de otras tantas propias de la península. Y lo más impactante es fue
considerada la lengua diplomática de la época (primera mitad del siglo XVIII), de
tal manera que otros países quisieron aprenderla, como en Francia, Italia e
Inglaterra!
Un aspecto
interesante del idioma es que “incorpora palabras originarias de tantas lenguas
como contactos políticos tenía el imperio”, lo que hace del español un idioma
con un rico léxico; adquiriendo así palabras provenientes del italiano, gallego, “americano” (quechua,
guraraní, arawak, náhuatl), y ahora también del inglés y del francés.
Sin embargo los
estudiosos muestran que también tenemos herencia germánica en nuestro léxico, y
no es posible dejar de lado el vasco que introduce el sufijo –rro y algunos
vocablos con éste. Incluso el árabe deja su huella en el español debido al
largo asentamiento de este pueblo oriental en la península Ibérica, huella que
aún hoy es indeleble debido a la multitud de vocablos que en el presente
utilizamos provenientes de su lengua desde hace varios siglos.
Al hacer una
aproximación al origen de los idiomas es posible deducir que, si bien cada uno
tiene un origen más o menos claro, la conformación y estructuración de una
lengua obedece a patrones sociales, culturales, políticos y educativos con los
cuales una comunidad determinada decida vivir y adquirir. Cada idioma se va
conformando entonces, debido a las necesidades de una sociedad determinada,
y se ve alterado con las
relaciones comerciales y políticas que dicha sociedad vaya adquiriendo.

Muy buen blog te felicito 5.0 la nota definitiva la puedes ver en la página de la UCEVA.
ResponderEliminar